viernes, 2 de noviembre de 2012

Teatro al Sol el día de difuntos... 1/11/2012

¿Quien iba a dudar del resultado?. Desde luego nosotros sí que no. Desde el minuto uno, cuando el texto cayó en nuestras manos, ya sabíamos que no iba a ser fácil pero sin embargo también sospechabamos que habíamos elegido con olfato.
Nos gusta este texto, porque pocas veces tenemos la suerte de descubrir que el clima final que se consigue en el cierre del mismo,  es el mismo del comienzo del espectáculo.
Decisiones arriesgadas son las que nos definen, y por ello no hemos tramado maridaje alguno entre la palabra y el movimiento en muchos momentos de la obra. Inclusive casi se podría decir que contando  lo mismo, cada campo interpretativo son hijos bastardos de los actores...
La primera palabra de nuestro montaje pesa toneladas, y casi llega a la boca del actor como exhalada y con las fuerzas justas para arrancar el espectáculo. Prolongar el silencio, es nuestro reto sin que este se convierta en una pieza de museo y sin que el mismo necesite de estúpidas afectividades para colocarse en el espacio convenido.
"Una mujer que pregunta puede empezar a volverse peligrosa", y eso acaba teniendo sus más funestas consecuencias. Y este texto no iba a ser distinto de otros que han sido construidos en direcciones similares.
Una mujer que acaba por convertirse en una impermeable sorda ante la andanada de mentiras y justificaciones perversas que encuentra en EL.

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